En este artículo no vamos a sugerirte qué comer, sino más bien vamos a proponerte cómo comer de una manera que disfrutes al máximo de esa experiencia tan única que es ponernos frente a un plato de comida cada día.
El término que resume lo que vamos a tratar aquí es el mindfoodness que es el origen en inglés de nuestra “alimentación consciente”. Nos gusta usar el inglés porque combina perfectamente el significado de “mindfulness” y “food” -si ya son importantes separados imagínate juntos-.
Mindfulness ya se ha colado en nuestro vocabulario habitual y hace referencia a las prácticas que nos permiten ser más conscientes con nuestro entorno y las acciones que realizamos. Como tantas otras cosas, el confinamiento durante la pandemia nos hizo abrir los ojos y ser más conscientes hacia el momento presente y de disfrutar a través de nuestros sentidos, sentirnos vivos sin importar el momento.
Además, el mindfulness se considera una forma de meditación que se aplica como tratamiento para desórdenes alimenticios, ansiedad y depresión gracias a su capacidad para calmar emociones y pensamientos que se desbordan y afectan a nuestro estado de ánimo.
Por tanto, si llevamos el mindfulness, la conciencia plena, a nuestra alimentación, podremos maravillarnos ante cada bocado de comida que nos llevamos a la boca. ¿Cuántas veces te sientas realmente a comer? Sin distracciones de ningún tipo, es decir, televisión, ordenador, ruido externo, o simplemente las posibles preocupaciones del día a día que tan normalmente ocupan nuestros pensamientos.
Para comenzar a practicar la alimentación consciente, te damos algunos consejos que te ayudarán siendo aplicados poco a poco. Porque lo primero siempre es ser conscientes de que queremos cambiar algo en nosotros mismos.
- Come lentamente, que tu paladar se regocije, y sin distracciones.
- Distingue entre tener hambre de verdad y tener esos momentos de comer por comer.
- Involucra en la experiencia de comer a todos tus sentidos, no los dejes de lado: aprecia los colores de la comida; percibe los olores; escucha cada sonido que produce (ese momento crunchy fantástico); las texturas que componen cada bocado; y por supuesto deléitate con los diferentes sabores.
- Aprende a lidiar con cualquier sentimiento de culpa o momento de ansiedad ante la comida. Comer tiene que hacer sentirte bien.
- Come para conservar un buen estado de salud y bienestar.
- Valora tu comida, ¡gracias Madre Tierra por estos alimentos!
No es la primera vez que hablamos de vivir el presente, pero es que es tan importante que nos encanta recordarlo, también a nosotros mismos porque a veces se nos olvida. La alimentación consciente es uno de los muchos componentes que forman parte de esa experiencia. Porque comer es imprescindible y si podemos disfrutar tanto de algo tan placentero involucrando a nuestra mente, emociones y sentimientos, cada momento de nuestra vida también lo podremos vivir al máximo.