Ahora que estamos en verano y todo baja unas revoluciones, es un momento perfecto para revisar nuestros hábitos y aprovechar la época estival para adoptar nuevas costumbres saludables y sostenibles para nuestro cuerpo, mente y el planeta, el trío perfecto.
La luz, mejor de noche
Si hay un nombre propio este verano en cuanto a nuestros gastos diarios ese es el de la factura de la luz. Cada semana nos asustan con nuevos picos de precio que nos obligan a seguir muy de cerca cuando ponemos el lavavajillas o decidimos hacer la colada. Sin embargo, vamos a verlo desde un lado sostenible para intentar ahorrar en nuestro consumo eléctrico y apostar por sistemas de iluminación que alivien nuestra factura y al planeta. Y, quién sabe, quizás sea un buen momento de apostar por la energía solar.
Comer bien y sin plásticos
Ahora que vamos a movernos mucho hacia nuestra playa o montaña favorita y llevarnos un sabroso picnic preparado en casa, apostar por materiales compostables y sin la presencia de plástico es una gran oportunidad para evitar generar residuos. O si cuentas ya con los clásicos tuppers en tu cocina (mejor si son de cristal, además se limpian más rápido), reusarlos es la mejor opción para llevarnos los alimentos que compremos en el super o en nuestra tienda orgánica más cercana.
«No corras, hija»
Aunque nos apetezca mucho regresar del trabajo a casa o llegar a nuestro destino vacacional, ir más rápido te ahorra tiempo pero consume más combustible (a no ser que ya cuentes con un coche eléctrico), además de que no queremos que suceda nada en la carretera. Disfruta del camino manteniendo una velocidad adecuada, para ahorrarle al planeta extraer más recursos.
No te pongas las microperlas
¿Sabías que algunas cremas solares contienen unas microperlas muy contaminantes para los océanos? Apenas imperceptibles, absorben las toxinas y luego al darnos un baño en el mar se desprenden del cuerpo y pueden ser consumidas ingeridas por los peces y pasando a formar parte de la cadena alimentaria. En Estados Unidos y Nueva Zelanda han sido prohibida, pero todavía es una asignatura pendiente en España.
Comer carne da mucha caló
El consumo de carne es otro de los temas delicados de estos últimos meses. Sin meternos en la controversia, qué mejor época que el verano para comer más fresquito y ligero para evitar el típico sopor playero. Todo es cuestión de comer equilibrado y siempre teniendo en nuestro menú una aportación para que nuestro planeta respire más fuerte.
Con tu botella a todas partes
Con esta ola de calor que estamos sufriendo en nuestras carnes, hidratarse con agua fresquita es más imprescindible que en cualquier otro momento del año. Y si lo conseguimos sin usar una botella de agua cada vez que necesitemos beber, mejor que mejor. Equípate con una buena botella reusable que te acompañe everywhere you go que además mantiene el agua fresquita a lo largo del día.
Apuesta por marcas sostenibles
Esto no es una autopromoción, pero sí que sabéis que nos encanta destacar otras marcas que tienen nuestros mismos valores de conservación medioambiental. Porque ahora que contamos con un poco más de tiempo para investigar sobre nuevas marcas locales y sostenibles, quizás descubras a tu próxima marca fetiche que te vista durante el resto del verano.