Este mes en The B Concept lo dedicamos a la sostenibilidad y cómo cuidar de nuestro planeta adaptando algunos de nuestros hábitos diarios. Para ello, hablamos con Andrea Losada, consultora de comunicación y creadora de A Kind of Green, para aprender a realizar un consumo responsable, consciente y local en torno a pequeñas decisiones.
¿Cuál fue el “cambio de chip” que te llevó a dar el paso sostenible?
He de decir que desde pequeña he tenido la suerte de criarme en contacto con el medio ambiente gracias a un huerto familiar a través del cual mi padre me inculcó esa pasión por la conservación de los alimentos y aprovechar los recursos que teníamos a mano. Aún con ello, admito que antes de la pandemia era un desastre, consumía de una forma que no era nada consciente. En esos días de confinamiento vi diferentes charlas TED y una me llamó especialmente la atención impartida por Gloria Gubianas, fundadora de Hemper. En ella hablaba de cómo las empresas pueden generar un impacto positivo además de buscar un beneficio económico. A partir de ahí a modo personal abrí la cuenta de Instagram para compartir consejos e ideas para liderar un consumo responsable en el día a día.
¿Cómo las marcas y negocios locales pueden crear impacto sin contar con los presupuestos e influencia de las grandes empresas?
Partiendo de que los emprendedores siempre lo tienen un poco más complicado, ahora nos encontramos en un momento idóneo para poder hacer las cosas bien. Por ejemplo, tenemos un altavoz muy valioso que son las redes sociales donde se puede generar un impacto en base a compartir unos valores. Otras posibilidades sería realizar pequeñas donaciones a diferentes causas o aportar por procesos de producción más locales.
A lo largo de tu carrera has trabajado en el mundo del marketing y la comunicación corporativa, ¿crees que las grandes marcas están haciendo lo suficiente para crear impacto desde su posición?
Si que se está empezando a hacer algo a raíz de la pandemia gracias a la propia demanda de los mercados y los consumidores por lo que no les queda más opción que “subirse al carro”. Lo importante es diferenciar entre aquellas empresas que verdaderamente están buscando el cambio y otras que se valen del “greenwashing” que vemos tan a menudo. Al final las personas que piden más información y transparencia a las empresas provocarán que el cambio pueda ser 100% real.
Junto a otros emprendedores sostenibles formas parte de la comunidad Slow Changers, ¿cuál es su propósito?
El propósito detrás de Slow Changers como agencia es unir a influencers con marcas que comparten los mismos valores en torno a la sostenibilidad. También buscamos mejorar la profesionalización del sector del marketing de influencers que crece muy rápido y que está perdiendo la confianza de los usuarios. A la vez, evitar la potencialización desde sus redes de un consumo masivo de productos que no tiene sentido en el contexto actual.
¿Crees que la importancia que ha adquirido la sostenibilidad a raíz del Covid y la pandemia se mantendrá a lo largo del tiempo o es algo que, desafortunadamente, pueda ser pasajero?
Igual que yo he vivido el cambio consciente a nivel individual, confío en que muchas personas estén viviendo el mismo proceso y se acabe generando una masa que afiance lo que se ha construido a raíz de la pandemia. Confío en que los hábitos adquiridos en este tiempo permanezcan y no se diluyan a medida que la situación regrese a la normalidad.
Ahora que estamos en la temporada de verano y nos dejamos llevar un poco más, ¿cómo podemos continuar siendo conscientes en plenas vacaciones?
El verano es una estación perfecta para consumir productos de temporada como una ensalada o un gazpacho. Y a la hora de planear nuestras vacaciones, siempre podemos apoyar a los negocios locales reservando hospedaje en casas rurales u hoteles pequeños y ya de paso te llevas un souvenir perfecto de productos locales antes de regresar a casa.
Para cerrar la entrevista, ¿nos dejas tres consejos sostenibles para tener siempre a mano?
El primero sería ser lo más conscientes posibles sobre aquello que compramos para no consumir de manera innecesaria; el segundo sería comprar local porque he llegado a un punto en el que pienso sobre a dónde quiero que vaya mi dinero para apostar por emprendedores que ponen mucha ilusión y esfuerzo en sus proyectos; y por último eliminar el plástico como opción tanto cuando hacemos la compra como en cosmética o uso de productos de limpieza que puedan contener partículas de plástico.